Por: Juan Illich Hernández
Como bien hemos apreciado, hasta hace casi más de un siglo y medio, el desarrollo económico cagüeño procedía de la agricultura. Prácticamente los principales productos comerciales aparte de ser su famosísimo tabaco y caña de azúcar, también lo fue el ron, tanto desde la vía del contrabando como comercial según nos indica el historiador Juan David Hernández (2015). A pesar de que estos bríos socioculturales en lo que corresponde a la microhistoria del pueblo de Caguas no se tomen hoy en consideración proceden de la alta contaminación de los fenómenos modernizadores. Estos actualmente acontecieron del urbanismo moderno incorporado entre los años del 1910-1940.
Al introducirse en el país el modelo urbanista moderno en el siglo pasado, los Estados Unidos emuló de los europeos el violentísimo desplazamiento de sacar a las afueras a la clase social agraria. Mediante ese despliegue comienzan a cuajarse en toda zonificación cuasi industrializada los forzados desalojos. Caguas al igual que otros municipios fue feudalista hasta un poco más de mediados de los años 50’s a 60’s. Esto provocó la guetificación de los espacios periurbanos. Cuando hacemos el señalamiento superlativo del gueto geográficamente, nos estamos refiriendo más bien a los diversos lugares que han sido y servido de perfecto entorno para empatar la delgada línea que divide al campo versus la ciudad. De ahí emerge la construcción de los guetos o coloquialmente conocidos como barrios, suburbios, comunas y arrabales en diversos países en el mundo. Su propósito es el de acoger a todo tipo de persona que represente algún estigma por clase social, religión, etc.
Lo más interesante de todo este engranaje, tanto a nivel sociológico como histórico con el término arrabal es que aparte de ser sumamente problemática su definición es a su vez uno complejo. Y se preguntarán: ¿Por qué destaco este cuestionamiento? Esto precisamente se debe a que si seguimos el hilo conductor del concepto arrabal, prácticamente su definición surge con el mismo engendro del holocausto proveniente de la Alemania nazi/hitleriana ya que el gueto nace de un barrio judío en Venecia. Sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial fue el movimiento nazi el cual retomó este término para trasladar, hacinar y condensar en las afueras de la ciudad o zonas cerradas en sí mismas a la población judía. No es para menos el que proyecto urbanista moderno- tardío próximamente arremetiera contra las clases subalternas o marginadas desde otra dinámica de desarrollo económico.
Eso sí, si nos adentramos al lente filosófico y geográfico de David Harvey (2005) encontramos que el capitalismo contemporáneo halló la meritoria manera de cómo curarse en salud ante las supuestas injusticias y atrocidades que causa a las clases sociales más rezagadas. Su resolución es la de integrar todo lo accesible y céntrico a la arteria del casco urbano vía el modelo del caserío.
Evidentemente, de los primerizos lugares que fracturaron por completo la noción, percepción y visión de lo que en sí continúa siendo un arrabal o suburbio como destaca la terminología de estudios urbanos son el entrecruce de la Urbanización del Verde con el Barrio Savarona. No obstante, puntualiza Hernández León (2015) que prácticamente todo el Valle del Turabo está atravesado por los arrabales sea de una forma directa como indirecta. De aquí es donde surge la teorización de que no solo en Caguas, sino que todo el país contiene una inseparable raíz cultural con los arrabales, puesto que gran parte de la población adviene de la clase social trabajadora y no privilegiada como muchos piensan… (Continuará)
Commentaires