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Foto del escritorEditorial Semana

Sobre laNavidad




Por: Myrna L. Carrión Parrilla


Llega diciembre y con el mes, la Navidad. La realidad es que en Puerto Rico culturalmente diciembre y Navidad eran lo mismo. Las fuertes bases religiosas en nuestras características como pueblo daban un matiz muy particular a esta temporada que iniciaba después del pavo, Acción de gracias. La realidad es, que un fenómeno cultural que se ha ido dando en los últimos años es, que varios factores han ido cambiando esto y de un tiempo para acá, desde octubre, no hemos visto bien las calabazas, que entrar a una tienda y ver los adornos de Navidad es lo mismo.


Esto muy personalmente me apena, porque me pregunto si esto es un fenómeno cultural de los tiempos o si realmente ha sido un cambio cultural. Me pregunto si es el deseo de celebrar ese importante y valioso sentido de la Navidad, o responde a algo vano y artificial, un mero festejo, impulso por comprar y demostrar, cosa que explicaría mucho de lo que nos pasa. Reflexionando sobre esto, encontré y leí unas reflexiones de José M. Vega en su escrito “Prédicas cristianas” que les comparto, pues me parecieron dignas de considera y dice el escritor: La Navidad es más que un día en el calendario. Es un estado del corazón que debemos llevar todo el año. Jesús no solo nació para ser recordado en diciembre. Él vino para transformar nuestras vidas cada día. Debemos esforzarnos por reflejar su amor y bondad siempre. Esto significa ser pacientes, amables y serviciales en todo momento. Navidad es un tiempo para reflexionar sobre nuestras bendiciones.


Para vivir el espíritu navideño todo el año, debemos establecer el compromiso de realizar al menos una buena obra cada semana, como ayudar a un vecino o donar a una causa benéfica. Intenta ser un ejemplo de amor y servicio en tu lugar de trabajo o escuela, mostrando paciencia y bondad.


La Navidad, una época que va más allá de las luces y los regalos. Hemos visto cómo el mundo ha comercializado esta festividad, alejándonos de su esencia: el nacimiento de nuestro Salvador, Jesucristo. Recordemos siempre que la Navidad es un tiempo de reflexión, gratitud y amor, no solo un evento comercial.


En Navidad, es fácil distraerse con el consumismo. Las tiendas y anuncios nos empujan a comprar, olvidando el mensaje de Jesús


En esta época, las luces y adornos inundan nuestras calles y hogares. Pero, ¿reflejan el verdadero espíritu de la Navidad? A menudo, lo material sobrepasa el mensaje de amor y esperanza que Jesús trajo al mundo. La verdadera alegría de la Navidad no se encuentra en las tiendas, sino en el corazón.”


En esta Navidad, les invito a mirar más allá de las luces y los adornos. Identifiquemos formas de compartir el verdadero regalo de esta temporada: el amor incondicional de Dios. Demostremos ese amor en nuestras familias, nuestras comunidades y más allá. Que nuestra celebración de la Navidad refleje nuestra fe y nuestro compromiso con un Ser supremo, que vino a traer esperanza.

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