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  • Foto del escritorEditorial Semana

Trabajemos por la niñez




Por: Myrna L. Carrión Parrilla


En la semana pasada compartíamos información valiosa que la psicología y la pedagogía están planteando sobre las habilidades y destrezas que se han identificado como la base del éxito personal y profesional y para esto, la importancia de la niñez temprana.


Los primeros años de vida tienen una gran repercusión en el futuro de un niño: en su desarrollo cerebral, en su salud, su felicidad, su capacidad de aprender en la escuela, su bienestar e incluso la cantidad de dinero que ganará cuando sea adulto.


Los estudios que utiliza como base la UNICEF establecen que, en esta etapa formativa de la vida, el cerebro de un bebé puede formar más de un millón de conexiones neuronales nuevas por segundo; un ritmo que nunca vuelve a alcanzar.


La primera infancia importa. Por eso, una alimentación adecuada, los estímulos y la atención (o, en otras palabras, “comer, jugar y amar”) son esenciales para el desarrollo del cerebro del bebé en sus primeros 1.000 días de vida.


Sabemos que la niñez y la adolescencia son etapas sensibles que tendrán un efecto perdurable en la vida de estos, requieren de presencia, afecto, cuido y protección especial y prevenir y/o evitar experiencias negativas que puedan marcarlos y afecta su bienestar presente y futuro.


En el proceso de obtener una niñez temprana exitosa se necesita del desarrollo de habilidades parentales, los padres deben estar comprometidos con aprender, pues nadie nace sabiendo como ser padre o madre, y cada vez más se requiere de destrezas que a veces llegan a ser hasta especializadas según las necesidades individuales de cada niño o niña.


Se requiere de unas experiencias que aporten al desarrollo de una buena salud mental, de estrategias que prevengan el maltrato y abuso infantil, que estos tiempos cada dia acecha más y se hace más frecuente por la multiplicidad de factores que impactan a la sociedad.


Se requiere una educación de excelencia que es mucho más que una que ofrezca notas de “a”, es una que descubra en cada individuo sus talentos y fortalezca y permita su desarrollo y el desarrollo de principios, valores y un carácter firme que le convierta en un ser humano verdaderamente feliz.


Por otro lado, requiere se formulen actividades de aprendizaje que potencien la formación en valores, el compromiso con la sociedad, el espíritu colaborativo, el trabajo en equipo, promover la autoestima, la flexibilidad y la adaptabilidad. Todo lo anterior integrado a los juegos y experiencias educativas, teniendo en cuenta siempre y a lo largo de todo el proceso, respetar los ritmos y necesidades personales de cada niño para que el aprendizaje se dé según la motivación interna de cada alumno, pues recordemos que los aprendizajes que realizan los niños desde sus propias necesidades internas se integran a ellos de una manera mucho más profunda, significativa y duradera.


En una sociedad donde cierran las salas de parto porque cada dia son menos los niños que nacen, deberíamos de unirnos y trabajar juntos por la niñez.

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Gisele

1 Comment


jaime ayala
jaime ayala
Feb 02

Excelente, muchas gracias

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